No sé qué contaros, podría empezar por el principio, que desde pequeña soy artista y no sé hacer otra cosa, la creatividad es lo que me mueve, la fantasía los cuentos, todo lo que me haga feliz y haga feliz a los demás.

Me encanta trabajar con todo tipo de herramientas y objetos que me encuentro, así que mi obra es muy dispar y rica en materiales. Yo me digo a mi misma que tengo “alas de saltamontes” porque voy de un lado a otro, así nunca me aburro.

Los que me conocen dicen que mi obra es muy poética aunque yo digo que es limpia y compositiva, pues me gusta mucho el orden y que cada cosa esté en su sitio.

La temática es variada, me crie en El Carmolí, lugar de veraneo hasta el presente, así que supongo que los pájaros y sus trinos, los perros, los gatos y la naturaleza en todo su esplendor son fuente de mi inspiración, y no puedo olvidar aquel maravilloso Mar Menor que me llenaba la cabeza de caballitos de mar, peces, barcas y un sinfín de maravillosas plantas marinas que me acompañan hasta hoy en cada obra que realizo.

Espero que disfrutéis de este maravilloso cuento que ha dado alas a esta cabecita loca que nunca deja de crear.

El pez que pensó que era un pulpo